Faltaban tres días para los ascensos. Segura de mi talento no dudé que sería la elegida…pero hoy en día una imagen perfecta es imprescindible. Fuí descalificada porque mis dientes lucían torcidos, amarillentos y con separaciones. Arréglese los dientes, me dijeron, y el puesto será suyo. El ultimátum fue contundente.