Los conté mil veces. Sí: tenía un diente demás y por eso el canino del lado derecho se había montado en la encía. No era cuestión de sacarlo simplemente. Ojalá pudiera recurrir a la ortodoncia, pero trabajo como modelo y con lo difícil que está el medio no podía usar brackets. Parecía condenada a no sonreír nunca, lo que me limitaba para algunos comerciales. Una amiga me pasó la voz. Increíble, con un tratamiento cosmético en sólo siete semanas pude acudir…al casting para un dentífrico.